El objetivo de la terapia ocupacional es utilizar la ocupación del niño, que es el juego, además de ser estudiante, para ayudarlo a alcanzar su máximo potencial. La terapia ocupacional aborda habilidades que incluyen motricidad fina, coordinación mano-ojo, procesamiento sensorial, interacción social y actividades de la vida diaria (es decir, alimentar, ir al baño, vestirse, bañarse). Según la evaluación de su hijo realizada incluso antes de comenzar la terapia ocupacional, el terapeuta ocupacional revisará las áreas de déficit y utilizará la ocupación de juego de su hijo para crear metas que le permitan mejorar dentro de esas áreas.